¿Está Occidente considerando reemplazar a Israel por Irán? Una lectura estratégica de los cambios en las alianzas geopolíticas en Oriente Medio

escrito por abdelkebir belafsahi  Y traduciendo por nosotra

Introducción

En un momento global plagado de transformaciones, preguntas que parecían “imposibles” hace dos décadas ahora se están abordando seriamente. La más notable es si Occidente está considerando reemplazar a Israel por Irán

Esta cuestión ya no se limita a plataformas radicales o teorías conspirativas. Ahora se debate en prestigiosos centros de investigación, centrándose en cuestiones energéticas, intereses de seguridad regional y las tensiones entre valores e intereses en la política exterior occidental

Primero: Israel… Un aliado histórico en apuros

El investigador Nathan Brown, del Brookings Institution, afirma: “El apoyo estadounidense a Israel ya no está tan garantizado como antes, no porque los intereses hayan cambiado, sino porque la imagen de Israel ha cambiado ante las nuevas generaciones de responsables políticos”. La reciente guerra en Gaza y las acusaciones de crímenes de guerra contra Israel han llevado a los funcionarios europeos a expresar, por primera vez, su “vergüenza” por la defensa incondicional de Tel Aviv. En Washington, encuestas recientes de Pew Research (2024) indican que más del 60% de los estadounidenses menores de 35 años creen que Estados Unidos debería ser más neutral en el conflicto palestino-israelí

Segundo: Irán… Un “posible adversario”, no un “enemigo absoluto”

A pesar de un largo legado de hostilidad, los think tanks occidentales, como el International Crisis Group, están demostrando una nueva tendencia hacia una relación con Irán cada vez más pragmática. El analista político estadounidense Trita Parsi, vicepresidente del Quincy Institute, afirma: “Irán ya no es el estado revolucionario absoluto que era hace 40 años. Más bien, tiene intereses regionales negociables, y Occidente tiene más que ganar conteniéndolo mediante acuerdos, no mediante una confrontación abierta”. El informe anual de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) muestra que el retorno total del petróleo y el gas iraníes a los mercados globales podría reducir la dependencia de Europa de Rusia en un 12% en cinco años

Tercero: ¿Se está produciendo un cambio en la esencia de las alianzas

Según la revista Foreign Affairs (número de abril de 2025), «Existe un debate en los círculos de toma de decisiones de Estados Unidos sobre la viabilidad de una dependencia absoluta de Israel, frente a la apertura de un canal paralelo con Irán que mejoraría la estabilidad regional». La revista añade que «Israel ya no puede desempeñar el papel de aliado moral modelo tras la serie de violaciones documentadas por organizaciones de derechos humanos como Human Rights Watch». En contraste, el instituto de inteligencia geopolítica Stratfor señala que «Irán está fortaleciendo su papel regional como fuerza equilibradora, no solo como fuerza destructiva, especialmente tras su apertura a China y el restablecimiento de relaciones con Arabia Saudita»

Cuarto: Los tres escenarios posibles

Escenario 1: Un acercamiento cauteloso, mediante el cual Occidente se abre económicamente a Irán (especialmente a Europa), sin comprometer su alianza con Israel. Este es el escenario más realista a corto plazo

Escenario 2: Un gran acuerdo, mediante el cual Irán abandona sus herramientas regionales, en concreto las alianzas transfronterizas, y lidera un amplio eje de actores armados locales leales a Teherán o que se coordinan en diversos grados con él. Estos incluyen a Hezbolá en el Líbano, las Fuerzas de Movilización Popular en Irak, los hutíes en Yemen e incluso el apoyo a Hamás y la Yihad Islámica en Gaza. Todas estas concesiones se realizan a cambio de un retorno total a los mercados y el reconocimiento como socio regional legítimo. Este escenario es posible si la popularidad de Israel en Occidente continúa decayendo

Escenario 3: Un reemplazo estratégico, que es el escenario más débil, solo podría lograrse si la legitimidad de Israel se derrumba a nivel nacional e internacional, e Irán se transforma en un modelo democrático moderado. Este escenario es remoto, pero no imposible a largo plazo, y podría lograrse en un plazo de 15 a 20 años

Quinto: Los árabes están a merced del nuevo equilibrio

El investigador saudí Abdulaziz Al-Ghannam, del Centro de Estudios del Golfo, comentó: «El Golfo observa con ansiedad la apertura occidental hacia Irán, pero ha comenzado a desarrollar sus propias herramientas para alejarse de la dependencia absoluta de Washington». Esto se debe a que Arabia Saudita ha restablecido relaciones con Teherán, Emiratos Árabes Unidos ha abierto canales económicos e incluso Catar está construyendo un equilibrio entre su alianza con Estados Unidos y su relación con Irán. Mientras tanto, la cuestión palestina ha recuperado impulso global y se ha convertido en una verdadera prueba para los «valores occidentales» frente a sus alianzas

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En conclusión, Occidente aún no ha «abandonado» a Israel ni ha «adoptado» a Irán. Sin embargo, las reglas del juego están cambiando, ya que el mundo no está volviendo al antiguo orden, sino que se está reconfigurando en torno a intereses cambiantes y nuevos pesos estratégicos. En medio de todos estos cambios, Israel sigue siendo menos estable que antes, Irán sigue siendo más flexible de lo que parece y Oriente Medio sigue siendo, como siempre, un teatro de cambio, no de repeticiones